La tecnología ha cambiado la forma en que nos movemos, trabajamos y nos divertimos. Ahora, también quiere transformar la manera en que esquiamos. Los E-Skimo, los primeros esquís eléctricos del mundo, prometen asistencia en la nieve para que cualquiera pueda deslizarse con menos esfuerzo y conquistar pendientes que antes parecían imposibles. Para algunos, esto es una auténtica revolución que abre nuevas posibilidades en la montaña; para otros, una aberración que va en contra de la esencia del esquí.
¿Esquiar con ayuda es realmente esquiar? ¿O estamos ante una herramienta que permitirá a más personas desafiar sus propios límites? Te contamos todo sobre esta innovadora – y polémica – tecnología.
Desde Suiza con amor, llegan los E-Skimo, una ocurrencia, como lo son todas las innovaciones al principio, de una empresa llamada E-Outdoor con sede en el país helvético. Y es que los suizos, gentes con gran tradición montañera, han creado unos esquís orientados, al esquí de montaña más que al simple ahorro del forfait en nuestras masificadas estaciones.
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Sus inventores comparan esta evolución del esquí con la implementación del motor eléctrico a la bicicleta de montaña. En este tipo de tecnología, el ciclista recibe una ayuda extra en subidas si bien no le exime por completo de poner su parte de esfuerzo. Se trata sin duda alguna de una ayuda que todos los que nos hemos visto con una rampa de tierra delante agradecemos, y mucho.
Los E-Skimo utilizan la misma filosofía, es decir, hacen que el esfuerzo muscular se reduzca en un 30% haciendo que el ascenso sea un 80% más rápido. Aunque debemos seguir poniendo de nuestra parte para hacer la ascensión, es cierto que a la hora del descenso, dispondremos de más fondo físico. Con lo que podríamos afrontar los descensos de forma más relajada.
La tecnología del E-Skimo.
Los E-Skimo cuentan con un motor extraíble de 20 Nm, una batería de litio de 220Wh y una banda de rodadura de goma divisible muy similar a la que utilizan las motos de nieve que se fija por la superficie del esquí. Difícil de describir, mejor ver en una imagen.
Como puedes ver en el vídeo. Una vez que llegamos a la cima, sólo tenemos que sacar el motor y la banda de rodadura. Una operación que la publicidad de la empresa nos dice que ronda los 60 segundos. A continuación guardamos todo esto en la mochila y estamos listos para iniciar el descenso.
¿Cómo funcionan los E-Skimo?
Como seguramente supondrás, los E-Skimo vienen equipados con todo tipo de tecnología. Cada unidad de motor está equipada con una unidad de medición inercial, similar a los giroscopios que utilizan los teléfonos móviles, con detección de movimiento de 6 ejes y un módulo GPS.
Mientras el deportista camina hasta la cima estas unidades de control comprueban continuamente tanto la posición como el peso y el ángulo del talón del esquiador. Con estos datos un chip activa de forma automática cada motor a medida que el esquí avanza hacia adelante, lo que proporciona un aumento de la potencia muscular de nuestra pierna.

Si el usuario cae y suelta uno de los bastones, un sensor ubicado en la empuñadura emite una señal que detiene los motores del esquí evitando una desagradable anécdota.
Las especificaciones de la marca indican que la batería dura aproximadamente unas tres horas, dependiendo de la intensidad de uso y las condiciones en las que se utilice. Recordemos que en condiciones de mucho frío la capacidad de las baterías disminuye. Otros factores que pueden influir en la duración de la batería pueden ser la resistencia del viento, el peso del esquiador o incluso la calidad de la nieve.
Interés de otras marcas.
La innovación siempre es buena y una de las primeras marcas que ha puesto su punto de mira en esta tecnología ha sido Tecnica Group, con sede en Austria y propietaria de marcas como Nordica o Blizzard ha mostrado interés en aplicar esta tecnología a sus productos.
Y es que la empresa E-Outdoor, ha confirmado que no está interesada en comercializar estos esquís sino en que otras empresas implementen su tecnología a sus productos. Con lo que si estás pensando en comprarte unos las próximas navidades, tendrás que esperar a que una de estas marcas dé el Si Quiero a los suizos.
Esquis eléctricos para un mundo eléctrico
Como deportista aficionado al esquí, la idea de colocar un motor en mis tablas, me supone un terrible conflicto moral. Mi lado purista me dice que implementar este tipo de tecnología en la práctica de un deporte cuya filosofía primordial, básica, es la del desafío personal. Es simplemente horrible. Considero mucho más meritorio ser capaz de alcanzar la cumbre con mis propias fuerzas, siempre.
Ahora bien, no todos los deportistas tienen el fondo físico requerido para este tipo de actividades. Entiendo que haya personas que en lugar de exponerse al sacrificio que supone crear un fondo físico desde el gimnasio o desde la práctica deportiva regular, prefieran la inmediatez que proporcionan este tipo de artilugios.
Así nos lo demuestra la explosión de ventas de bicicletas eléctricas en los últimos años. O el proyecto E-Hike de Decathlon y su exoesqueleto para democratizar el senderismo.
Todas las posturas son válidas, sin embargo, desde mi punto de vista personal, la sensación de alcanzar la cima con tus propias fuerzas no es comparable a la certeza de que sin ese tipo de ayudas, nunca la habrías alcanzado.