Con el fin de la temporada de esquí, y la llegada de los primeros brotes de una primavera que se acerca rápidamente, llega la hora de hacer balance y porqué no, hacer nuestro particular balance de una temporada, que económicamente ha sido nefasta pero no tan mala para los pocos afortunados que han conseguido arañar los días de nieve recién caída.
Como todos sabéis, este año no será particularmente recordado por los grandes espesores. Una meteorología endiablada nos dió esperanzas allá por Noviembre con algunas nevadas que comenzaban a pintar de blanco los picos más altos. Se adivinaba una buena temporada aquellos días.
Pero la meteorología es caprichosa y nos sorprendió con unas semanas de calor inusitado en Diciembre que borraron cualquier esperanza de una apertura temprana de los remontes. Alguno tuvo que guardar de nuevo el portaesquís. Y hubo quien apostó a que las estaciones abrirían y pondrían fin a la temporada de esquí en la misma semana.
Pasaron las navidades y al terminar las vacaciones, las isobaras nos dieron un respiro allá por las primeras semanas de enero, dibujando un mapa meteorológico en el que por fin las borrascas polares se abrían paso hasta nuestras latitudes. Esto se confirmó en febrero, con la primera nevada seria del invierno.
Gracias a estos pocos copos de nieve, se salvaron algunas semanas blancas escolares. Los colegios de Aller consiguieron llevar a cabo sus excursiones a la nieve para gran disfrute de los niños. En algunas ocasiones coincidiendo con días de muy buen tiempo y nieve recién caída. Aunque sólo se pudieron aprovechar los más afortunados.
Fecha de inicio de temporada.
Y así, mientras sobrepasábamos la fecha de apertura de las estaciones una y otra vez. Mientras oteábamos los partes meteorológicos de las estaciones y mientras el sol salía sin tapujos y sin vergüenza a calentar las terrazas de los bares.
Ese anticiclón de las Azores, que dicen que rige nuestra meteorología como uno de esos antiguos dioses griegos, seguía sin dejar pasar a las borrascas.
Llevamos dos temporadas nefastas en lo que a nieve se refiere. Con lo que nuestro primer deseo para la próxima será que por fin nuestro oro blanco caiga y lo haga en condiciones. La temporada 2024-25 disfrutará además de la conexión eléctrica en Fuentes de Invierno, con lo que podremos dejar de respirar el humo de los generadores. O eso esperamos.
Con todo esto nuestro deseo será que la fecha de inicio de temporada se mueva lo menos posible. Incluso podríamos pedir esquiar en el puente de la Inmaculada. Pero no pediremos tanto.
Nuevas Instalaciones.
Puestos a pedir y sabiendo que ya podremos disfrutar de la más que esperadísima línea de alta tensión en Fuentes de Invierno. Lo suyo sería una completa y flamante batería de instalaciones con las que disfrutar de nuestro deporte.
Así, y ya que estamos haciendo la carta a los reyes magos. Quizá podría caer algún cañón de nieve en Fuentes de Invierno, con el que aumentar el número de días de apertura de la estación. O incluso unos baños portátiles en su zona media para que los más pequeños no tengan que bajar hasta la base de la estación a desahogarse.
Para nuestra querida San Isidro, pediríamos una reapertura en condiciones del área de Salencias. Algo del todo posible porque estamos seguros de que caerá nieve en abundancia. No habrá disculpa.
Valgrande-Pajares ha disfrutado de pocos días de apertura este año. Sin embargo, el teleférico con el que se la dotó recientemente ha sido un completo éxito de ventas. Esta fuerte inversión, seguirá dando alegrías a una estación que sigue pendiente de renovación.
El desestacionalizador que la desestacionalice, buen desestacionalizador será.
El fin de la temporada siempre invita a pensar en lo que pasará a partir de ahora. Cómo sobrellevar los meses que quedan hasta que el próximo manto blanco cubra nuestras montañas de nuevo. Qué hacer para evitar esa imagen triste y solitaria de nuestras estaciones cuando nos acercamos en verano. Las opciones son muchas y muy variadas. Pero sobre todo, llenas de ventajas.
Los tres complejos invernales, están ubicados en una zona privilegiada dentro de la Cordillera Cantábrica. Son áreas protegidas donde las rutas de montaña, tanto de trekking como en bicicleta, proliferan dibujando mapas por toda la montaña.
Las estaciones deben reconvertirse para dar cabida, no sólo a los aficionados al esquí, sino también a otros aficionados que pueden hacer uso de sus instalaciones en épocas con temperaturas más estivales. Lo que se conoce como desestacionalización.
Pediríamos que alguno de los telesillas en Fuentes de Invierno y San Isidro contase con la instalación de soportes para que los usuarios puedan montar su bicicleta. Y la apertura de las estaciones en fechas señaladas, como puentes y fines de semana para que los usuarios puedan utilizarlas en sus rutas de trekking. Algo que ya ocurre en Valgrande-Pajares con su famoso Bikepark del que hablamos aquí.
Somos conscientes de que esto último requeriría un plan de marketing y apoyo logístico capaz de rentabilizar el tener una estación de esquí abierta durante los días de verano. Pero estamos apuntando cosas en nuestra lista de deseos. Y sabemos que no todos los deseos se cumplen. Pero es el fin de la temporada de esquí y casi sin haber disfrutado de la nieve. Nuestro cuerpo nos pide soñar con ver las estaciones siempre abiertas.
Pensando en el futuro
Los enclaves en los que se ubican las estaciones son, como hemos dicho, zonas privilegiadas a las que el turismo de masas no ha accedido aún.
En los últimos años, hemos visto cómo nuestros pueblos de montaña, se llenaban de turistas que huían del calor mesetario e incluso del sur de España para refugiarse en nuestros paisajes, y seguramente también en nuestros fogones. Algo que sin duda dejará de convertirse en tendencia. Ya que para desgracia común, el cambio climático seguirá avanzando próximamente.
Nuestra apuesta es proponer a las autoridades la búsqueda de un turismo responsable, activo y que sea capaz de valorar un entorno que a nuestros ojos es tremendamente vulnerable por su inexperiencia con el turismo, por su alto valor biológico, lleno de especies protegidas e incluso en peligro de extinción. Y por su innegable valor paisajístico.
Evitar el turismo de masas, desconsiderado e incapaz de valorar estos tesoros de la naturaleza es una labor compartida entre las administraciones, las instalaciones dedicadas a la restauración y hostelería y los propios lugareños. Que con su labor de concienciación son los primeros en dar a conocer usos y costumbres de la zona de forma que se transmitan unos valores que en cierta medida están en peligro de extinción.
Balance de temporada y conclusiones
NieveNorte, es una web aún con poco recorrido. Al igual que muchos proyectos, aún es pronto para evaluar su aportación al turismo de nieve y a las zonas a las que intenta dar cobertura. Sin embargo, en el fin de temporada de esquí, nos atrevemos a hacer nuestro personal balance de temporada en función de lo que hemos disfrutado.
En total hemos disfrutado unos 10 días de esquí. Muy pocos para lo que viene siendo nuestra media. No hace mucho tiempo amortizábamos el forfait anual en las dos estaciones sin mucho problema. Sin embargo los años de escasas nevadas y algunas responsabilidades con chupete, nos han abocado a los forfaits de un día.
Sin embargo, esto no ha impedido que disfrutemos de nuestro deporte favorito. A pesar de una mala temporada, hemos conseguido abrir una web dedicada a nuestra pasión blanca. También nos hemos introducido en el arte del trekking con raquetas haciendo excursiones para todos los públicos como la del lago ausente en San Isidro. Y de la que hablamos en este artículo.
También hemos visto una gran afluencia de esquiadores de otras provincias, como venía siendo la norma estos últimos años. Algo que se ha convertido en la norma. Y que esperamos que se siga consolidando.
Además diversas iniciativas de los ayuntamientos, han puesto en el candelero opciones tan interesantes como el Spa de La Raya, o la necesidad de agilizar los trámites para unir Fuentes de Invierno y San Isidro.
En Valgrande-Pajares, hemos visto cómo la instalación del nuevo telecabina se ha consolidado como todo un éxito, ya que la temporada pasada no se pudo explotar plenamente. En esta, a pesar de la climatología, los escasos días de funcionamiento han transmitido muy buenas sensaciones.
Fin de temporada de esquí en el Cantábrico.
A grandes rasgos, la temporada ha sido muy baja, tanto para los deportistas como para todos los negocios alrededor del esquí. Aunque hayamos conseguido aprovechar algunos días de nieve sin esquís, lo cierto es que hemos visto como restaurantes, alojamientos y tiendas de material estaban bajo mínimos, incluso los días de temporada alta como vacaciones de semana santa o fines de semana.
Sabemos que todos esos negocios sustentan a familias que dependen del deporte blanco, por eso vemos en la desestacionalización de las instalaciones una salida más que factible para que estos negocios sufran menos. Y sin duda para que unas zonas que necesitan de la actividad económica, resurjan de sus cenizas. En este fin de temporada de esquí ya efectivo, este es el mayor de nuestros deseos de nuestro equipo para la temporada que viene.