Aunque aún quedan algunos coletazos de temporada y puede que alguna nevada tardía, ya es tiempo de pensar en cómo almacenar nuestro equipo durante los meses de calor. Hoy te presento cinco consejos clave sobre cómo guardar adecuadamente tus esquís fuera de temporada para que estén listos y en óptimas condiciones cuando llegue el momento de volver a las pistas.
Y es que el cuidado de nuestro equipo no sólo se debe realizar durante los meses de invierno. Sino especialmente en los meses en los que no lo utilizas. Ya que las condiciones de almacenamiento pueden afectar a su rendimiento a la temporada siguiente de forma dramática.
Por ejemplo un clásico: almacenar los esquís apoyados en vertical sobre una pared puede deformar la parte central, ya que el propio peso del esquí deformará sus materiales al estar durante meses en la misma posición. Veremos este y algunos consejos más a continuación.
1. Limpieza y Secado Completo
Después de cada día en la montaña, es importante limpiar adecuadamente tus esquís para eliminar cualquier residuo de nieve, suciedad o humedad. Pero no te detengas ahí; una limpieza más profunda al final de la temporada es crucial para mantener tus esquís en buenas condiciones durante el verano.
¿Qué hacer?
- Limpia tus esquís con agua tibia y jabón suave para eliminar cualquier suciedad persistente.
- Inspecciona las fijaciones y los bordes en busca de daños o corrosión. En caso de encontrar algún rastro de la misma, puedes utilizar algún producto anticorrosión como este.
- Sécalos completamente con un paño suave para evitar la formación de óxido y corrosión.
2. Protección contra la Humedad
La humedad puede ser el peor enemigo de tus esquís cuando no están en uso. Si los guardas en un lugar húmedo, es probable que aparezca óxido en los bordes y otras partes metálicas. Por eso, es esencial mantener tus esquís en un ambiente seco y protegido. Ya que precisamente los cantos y las partes metálicas de las ataduras son partes muy sensibles a la humedad y al óxido.
¿Cómo protegerlos?
- Almacena tus esquís en un lugar fresco y seco, lejos de la humedad y la luz solar directa.
- Considera el uso de fundas o bolsas específicas para esquís para protegerlos del polvo y la humedad. En el mercado existen multitud de modelos. Aunque nosotros te recomendamos que elijas una para las botas y otra para las tablas. Como esta opción muy economica que incluye ambas.
- Para evitar la acumulación de humedad, puedes guardar tus esquís en vertical. Sin embargo, es muy importante que las espátulas no se apoyen en el suelo ya que podrían deformar el patín al estar mucho tiempo descansando sobre la misma parte de la tabla. Te recomendamos que para guardar tus esquís en vertical utilices soportes como estos para colgar en la pared.
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3. Mantenimiento de las Bases
Las bases de tus esquís son como la piel de un animal: necesitan cuidados específicos para mantener su rendimiento y durabilidad. El mantenimiento regular de las bases es crucial para asegurarte de que estén listas para deslizarse suavemente por la nieve cuando vuelvas a la montaña.
¿Qué debes hacer?
- Aplica cera protectora en las bases para evitar que se sequen y se agrieten.
- Si es necesario, realiza un mantenimiento de las bases con un servicio de encerado profesional.
- Almacena tus esquís con las bases enceradas para mantenerlas en óptimas condiciones durante la temporada baja.
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4. Inspección y Reparación de Daños
Durante la temporada de esquí, es común que tus esquís sufran algunos golpes y rasguños. Sin embargo, es importante abordar cualquier daño o desgaste significativo antes de guardar tus esquís para la temporada baja. De lo contrario, podrías encontrarte con problemas más graves cuando llegue el momento de volver a las pistas.
¿Qué acciones tomar?
- Inspecciona tus esquís en busca de grietas, abolladuras u otros daños estructurales.
- Repara cualquier daño menor, como arañazos en las bases o bordes desafilados.
- Si el daño es más grave, considera llevar tus esquís a un profesional para su reparación.
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5. Almacenamiento adecuado
Por último, pero no menos importante, el almacenamiento adecuado es clave para mantener tus esquís en óptimas condiciones fuera de temporada. Un almacenamiento inadecuado puede provocar deformaciones en la forma de los esquís o daños en las fijaciones, lo que afectará negativamente a su rendimiento cuando los saques nuevamente.
¿Cómo almacenarlos correctamente?
- Guardar tus esquís en un lugar donde no estén expuestos a cambios bruscos de temperatura.
- Evita colocar objetos pesados encima de los esquís para evitar deformaciones.
- Si tienes la opción, cuelga tus esquís en un soporte específico para esquís para mantener su forma y evitar que las bases se peguen entre sí.
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Con estos cinco consejos simples pero efectivos, puedes asegurarte de que tus esquís estén en las mejores condiciones posibles fuera de temporada. Recuerda que el cuidado adecuado de tus equipos de esquí no solo prolongará su vida útil, sino que también garantizará que disfrutes al máximo de tus aventuras en la nieve cada temporada.
